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¡Saludos amigos!
Después de varios días les traigo por aquí la actualización del fic James Potter, un hermoso bastardo. Ya vamos por el capítulo número 15, y solo les diré una palabra referente al mismo: quidditch.
Capítulo 15:
Batalla de Titanes
Musicalización de capítulo: Aerosmith- Dream On (1973)
Al principio era una lluvia tibia, que se presumía pasajera e inocente, nada que interfiriera con la final de Quidditch, pero tras media hora de partido, la llovizna se tornó en una fúrica y densa tormenta.
El agua nos había hecho lentos. Había prolongado el partido mucho más de lo programado, cinco horas para ser exactos. Los buscadores sencillamente no encontraban la Snitch. Y no se les podía culpar, entre la neblina y la lluvia apenas se podía vislumbrar los rostros en las gradas.
En los primeros minutos de juego Gryffindor había liderado el marcador, como era de esperarse. Pero nuestro guardián comenzó a decaer, una serie de balonazos lo habían desgastado bastante, a tal grado que le costaba ir de un aro a otro, y sus piernas ya no se sostenían en los pedales de la escoba.
—Se les recuerda a los capitanes que el árbitro permitió la opción de detener el partido y continuarlo mañana, —recordó por cuarta ocasión la voz de Lovegood en el megáfono.
Emma Vanity no lo hizo una hora antes, no lo haría entonces. Slytherin había remontado considerablemente, y ahora la puntuación reflejaba un 520 a 490 a favor de Gryffindor. Solo tres tantos de diferencias para que empatara el equipo de la casa de las serpientes.
James era orgulloso, testarudo, hasta caprichoso, y era prácticamente imposible que se rindiera a esa altura de las circunstancias. Uno de nuestros cazadores había caído a manos de una Bludger cortesía de Vanity, pero la tormenta también había mermado su visibilidad, nuestras bajas tan solo se reducían a una.
En el labio de James manaba un hilo de sangre escarlata y brillante, un Slytherin le había arrebatado la Quaffle por medio de un codazo directo a la cara. El árbitro nunca marcó la falta. La espesa lluvia no le había hecho reparar en la mitad de las infracciones que, especialmente durante esa última hora, proliferaron. James sin embargo no se quejó, y el golpe le alentó a jugar con rabia, como si su vida dependiera de ello.
Desde las alturas yo cazaba las Bludgers, principalmente me había dedicado a lanzarlas lejos de Vanity. Una acechaba a nuestro portero, cuyo rostro pálido y deshecho anunciaba que si se mantenía sobre la escoba era por mera obra divina. Noté que los oídos le sangraban, debió tratarse de una bludger que, dos anotaciones atrás, le golpeó a la cara. Crucé el cielo a toda velocidad, con el bate en mano para adelantarme a la pelota y desviarla tan lejos como me diera la potencia del brazo. Miré al guardián. Había soltado un coágulo de sangre por la boca.
—Brennan, —elevé la voz tanto como pude sobre el atronador sonido de la lluvia—. ¡Debes retirarte! —Ordené. Pero aquél, recobró algo de energía sólo para gritarme.
—CARAJO, MCDONALD, VE A DEFENDER A POTTER.
Y tenía razón. se había enfrascado en mandar las bludgers hacia el capitán, sabía que una vez eliminado Potter el resto sería papa molida.
Escuchaba los tambores de las gradas.
"POTTER (Aplauso) POTTER (Aplauso) POTTER".
Vitorearan al ritmo de la percusión. A medida que descendía podía escuchar que golpeaban la tribuna con los puños cada vez que rugían roncamente "POTTER", e intercalaban el canto con un solo aplauso colectivo. Semejaban al tambor de una batalla tribal. La lluvia, el fulgor de un partido teñido de sangre y esa sucia agresión, tenían al público en un estado eufórico, casi como si la victoria fuera cuestión de vida o muerte. No se movían ni por la inclemencia del aguacero.
Una Quaffle caía en picada desde las alturas. James y un capa-verde la seguían cayendo con las escobas en vertical, como dos meteoritos perfilándose a una estrepitosa colisión con el pavimento. James había girado sobre su escoba de pronto, volando de nuca al pasto, a pocos centímetros de tener contacto con el encharcado suelo. Pero no lo hizo, aquella postura, osada y descabellada, le había facilitado la limpia captura de la Quaffle. Entonces se elevó a toda velocidad rozando con la tribuna de Slytherin cuyos cascabeles se agitaron con odio.
—EXELENTE ATRAPADA DE POTTER, POR UN MOMENTO CREÍMOS QUE QUEDARÍA EMBARRADO EN LA HIERBA, —opinó el megáfono con la voz quebrada de la emoción.
Recobrando altura, James se dirigió como bala hacia la portería verde, la afición roja enardecida de entusiasmo perdió el ritmo de los tambores y comenzaron a golpear las gradas sin orden, se preveía otra anotación a favor de los felinos.
Entonces, un relámpago azotó los cielos. Iluminó por breves segundos el panorama, el suficiente para atisbar una Bludger perfilándose directo hacia James. Me dirigí a toda velocidad hacia ella. Esquivé las torres de las gradas y rocé las banderas del público en mí precipitación. De pronto, sentí la patada de un cazador Slytherin en mi cara.
Fue un parpadeo el que tardé en reaccionar. Algo en mi quijada crujió y enseguida se desprendió. Sentí un chorro de líquido caliente inundar mi boca y un par de muelas sueltas cortarme la lengua. No había tiempo para sentir dolor, para abogar la falta, ni para detectar al agresor. Expulsé la sangre y los dientes de un solo escupitajo, y preparé el bate para alejar la bludger que amenazaba a mi capitán… pero había llegado medio segundo tarde. La pelota de hierro había golpeado a James Potter.
Sentí que el tiempo se suspendió un momento para apreciar a detalle cómo había perdido el equilibrio y como caía a un costado de la escoba. El grito ahogado de la fisión roja reflejó la tensión y la preocupación cernida en los presentes. Era la primera vez, seguramente desde que debutó en la cancha, que James caía de la escoba.
En un segundo en el que no lo pensé, tan sólo actué, precipité mi cometa hacia él y alcé el bate. No podía concebir la idea de que James quedara fuera en pleno partido, en una final contra Slytherin, por lo menos no en ese partido, no en ese momento. No después de entregar tanto.
En un movimiento certero alcanzó el bate y se sostuvo de él. La inercia lo balanceó un par de veces. Sentí la lluvia resbalar por mis dedos, tensos y al límite, hacia el bate y posteriormente hacia el brazo de James.
El contacto entre jugadores estaba prohibido, tampoco estaba permitido que un jugador sostuviera otra escoba; Pero nunca se especificaba nada respecto a los bates de los golpeadores. Esa era la gran ventaja de esta posición, las reglas del juego los tenían tan menospreciados que prácticamente solo habría que ser creativo para usar la falta de especificaciones a favor de un partido.
Hubo un silencio sepulcral que dio por breves instantes el protagonismo a los relámpagos y la tormenta. Después estalló el grito agitado del público indignado, excitado, entusiasmado, sorprendido.
—¡POTTER NO CAE, POTTER se AFERRA AL CAMPO! —Rugió el megáfono con la garganta raspada-. SEÑORES, ¡INCREÍBLE! LA LANZADORA DE GRYFFINDOR SOSTIENE A POTTER. EL ÁRBITRO REVISA EL REGLAMENTO, ESTÁ DETERMINANDO SI HALGO COMO ESTO se AUTORIZA.
El capitán me miró. Su gesto me agradecía y a medida que me observaba, reparaba en su respiración acelerada, reanimada, furiosa y motivada. Se llenaba de coraje, de determinación y me contagiaba. Como si fuéramos dos expertos lege remantes, nuestras miradas acordaron que dejaríamos la sangre que hiciese falta, haríamos lo necesario, pero el partido sería nuestro. En su labio resbalaban hileras de sudor, lluvia y sangre escarlata. Nos obstinamos al bate, no era consiente de dónde había salido esa fuerza ya que James era dos veces mi tamaño, aun así, estaba decidida a no dejar caer al muchacho. Entrelacé fuertemente mis piernas a la escoba e hice acopio de todas las fuerzas en los brazos para retener el bate tanto como hiciera falta.
Potter alzó una temblorosa y desecha mano como pudo, llamaba a su escoba que estaba suspendida algunos metros arriba. Noté como aquella extremidad se hallaba fracturada a consecuencia del golpe, pero aun con todo, encaprichada con una Quaffle que se empeñaba a no soltar. La escoba obedeció fielmente, se aproximó a sus piernas, donde se dejó caer y la montó.
El repique del silbato hizo que todos prestaran atención a la mitad del encharcado pasto del estadio. El instructor de vuelo alzó una mano mostrando cinco dedos. El veredicto.
— Jonathan Wood amonestara a Gryffindor con 50 puntos, —explica el megáfono—. Las reglas no prohíben el uso del bate para ayudar a sus compañeros, pero tampoco está permitido el contacto prolongado entre jugadores. —Los abucheos y reproches de la porra verde se hicieron sonar-. Al no tratarse de una agresión no deriva en expulsión.
El estadio se dividió en una notable confrontación de opiniones. El público ya había seguido un partido por cinco horas, los ánimos estaban a flor de piel. Los jugadores de Slytherin tenían acentuado el gesto de indignación, los Gryffindor alegaban que no tenían derecho a quejarse después de las innumerables faltas de agresión, no amonestadas, que habían cometido aquellos. Supimos que expulsaron a algunos alumnos de las gradas porque habían comenzado una acalorada discusión que llegó a los puños.
En el marcador del campo, la casilla de Gryffindor descendió de 520 a 470 puntos. Las serpientes, con 490 puntos, habían tomado la delantera.
—NO LO DEJEN ENCESTAR, —rugió Emma colérica a sus cazadores. Su mirada felina brilló al destello de un relámpago.
Tres capas-verde se abalanzaban hacia James. Empecinado en concluir el tiro, aferraba el brazo roto a la Quaffle y pegaba el cuerpo al palo de su cometa para acelerar. Ejecutó sus gráciles volteretas rápidas y sagaces para burlar oportunamente a cualquier contrincante que se acercara a él. Estaba decidido. Recuperaría esos 50 puntos así sea con una sola mano, ahora era imparable.
De pronto un zumbido metálico rozó mi oído…, su tintineo dorado pasó frente a mis ojos, abriéndose paso entre las gotas de agua. La Snitch. La mentada y hermosa Snitch que pondría fin al juego…
—¡BONNES! —Grité a nuestro buscador, pero un trueno ahogó mi voz. Y tras reiterados gritos concluí que bajo esa endiablada lluvia apenas nos entendíamos gritándonos al oído. Intenté echar un chiflido, y por el culo de Merlín, soltar un chiflido con muelas quebradas es algo que no se lo desearía ni al propio Voldemort.
Así que recurrí al viejo truco de mi abuela. Me quité, como alma que lleva el diablo, un zapato. Y haciendo honor a mi apodo se lo lancé a Bonnes. Le di en la espalda. El chico se giró indignado, imaginando quizá que había sido algún listillo desde las gradas. Pero al verme, le hice una mímica con el puño. No tuve que repetirlo, lo entendió enseguida. Así que se abalanzó hacia mí.
—PARECE QUE POR FIN YA APARECIÓ LA PUTA SNITCH, —gritó Lovegood entre emocionado y aliviado. McGonagall le asestó un manotazo en la cabeza tras la palabrota. Lo cierto es que Lovegood habló por todos.
Después de dos horas sin tener noticias de la Snitch, a mediación de partido la pequeña bola alada había hecho una aparición, pero fue imposible que los buscadores la capturaran en ese momento, la sola mención hizo que todo debate, discusión y pelea en las gradas cesara de golpe. Todas las cabezas de los espectadores giraron en mi dirección, Bonnes se acercaba como flecha, pero una escoba fue más rápida. El Black de los Slytherin pasó a mi espalda rascando con su toga mi nuca.
—¡HA NO!, ESTA SNITCH ES NUESTRA, —reclamé convencida de que, por haberla encontrado, tenía más derecho sobre ella.
Me di a la tarea de encaminarme en la búsqueda de cualquier bludger.
Escuché un estridente chiflido a mi derecha.
—¡MCDONALD! —Llamó Spinnet, el segundo golpeador de Gryffindor. Me había leído la mente por que preparaba aquél bate, sujeto por su brazo de yunque, para mandarme aquella bludger que tanto ansiaba.
Régulus y Bonnes estaban a mitad de la contienda por la pelotilla alada, volando hacia las estrellas, estirando las manos peligrosamente cerca de la esfera dorada, y con la lluvia en plena cara.
—¡Bonnes! -Alerté, el chico volvió su rostro y asentó la barbilla.
Tomé aire, visualicé el objetivo y sin darme permiso de pestañear, bateé.
Proyecté la Bludger en un punto estratégico, justo entre la Snitch y la mano tensa y extendida del moreno de ojos grises, Régulus Black, que ante la aproximación del balón se vio obligado a frenar de golpe y perder el control total de la escoba. Ahora Bonnes, que había tomado la precaución de apartarse un palmo, tenía la ventaja sobre la Snitch. Tras un estirón sobre su escoba atrapó la esferilla dorada y enseguida la alzó en un victorioso puño.
—¡GRIFFINDOR GANA! —Anunció el megáfono en un grito. Un silbato puso fin al juego.
Musicalización: David Bowie - Héroes (1977)
Un par de cohetes arrojaron puñados de confeti color rojo y dorado por todo el estadio, cuyo efecto perdió espectacularidad bajo la sombra de una estruendosa lluvia. Poco le importó a la fisión felina. Empapados y con gargantas resecas y afónicas se abrazaban entre sí. Muchos descendieron al campo a felicitar personalmente a los exhaustos jugadores de Gryffindor.
El equipo de Gobstones alzó sobre los hombros a Bonnes que aún mantenía la Snitch empuñada. Brennan rompió a llorar de alegría mientras Spinnet y Plummer le ayudaban a incorporarse. James, con el brazo muerto y la sangre reseca en su cara, era alzado en los hombros de Sirius y Remus mientras Peter, con la cara mal pintada de rojo, intentaba alejar al grupo de chicos de primer, segundo y tercer año que se aglomeraba alrededor de la estrella de Gryffindor.
Yo descendí de la escoba para unirme a la celebración. Sentí un entumecimiento gélido cuando sumergí el pie descalzo en el lodazal que se había formado en el suelo del campo. Marlene, Lily y el grupo de tejonas Hufflepuff, cuyos aretes y sombras de ojos eran rojas en honor a Gryffindor, me esperaban. Me abrazaron fraternalmente y enseguida comentaron todo cuanto vieron en su experiencia desde las gradas. "Sirius y Peter estuvieron a nada de entrar en duelo con Mulciber de no ser por Remus que supo detener a Black a tiempo"." Jonathan Wood, McGonagall y Dumbledore habían estado de acuerdo en enviar una lechuza describiendo la jugada para que sea apropiadamente analizada en el departamento de Deportes Mágicos". No dejaron de reír cuando les expliqué del "por qué" me hacía falta un zapato, y ni con cinco "accios" logramos recuperarlo. Fui consciente del desastre de mi rostro cuando Diane hizo notar mi capa manchada de sangre, Lily reparó mi mandíbula con un Episkeyo, pero me advirtió que tendría que recurrir a la santa sabiduría de madame Pomfrey para recuperar las muelas caídas. Marlene McKinnon lloró a moco suelto cuando le conté como un Slytherin me había pateado el rostro. No me soltó por un minuto, Abott tuvo que tranquilizarla.
Entonces una mano grande y varonil se posó sobre mi hombro. Aroma a tónico de bosque natural, sudor, sangre y cuero de Quaffle mojado. Me giré. Era él. Gafas que se habían agrietado, cabello revuelto, empapado hasta los talones y ese brazo que alguna vez había masajeado, hecho trizas. James Potter, que a pesar de salir maltrecho y herido estaba de pie, con el encanto intacto. Su media risa arrobadora y altiva, ahora se teñía de un viso distinto. Éramos compañeros, cómplices, supervivientes. Nos abrazamos. Su único brazo en condiciones me rodeó y me estrujó, pegué mi rostro a su pecho. Nos fundimos en ese apretón por más tiempo de lo debido, por mucho menos del que me hubiera gustado. Mi corazón palpitaba con fuerza. No era emocionalmente capaz de separarme, porque de hacerlo algo se desplomaría y seguro echaría a llorar. No sabía si de felicidad o del caldo de emociones varias que había acumulado y ahora amenazaban con desbordarse.
Pero al final tuve que hacerlo tragando mis lágrimas. El árbitro aguardaba la atención del capitán para entregar la copa. El rostro de James se iluminó al tomarla, aunque no tan elegantemente como hubiera querido con esa sola mano. Así que me concedió un gesto cómplice con esa cuasi-legeremancia, indicándome que debía tomar el otro lado. Sonreí sin apartar la mirada de él. Xenophilious Lovegood exigió una foto. Había estado tan emocionado por el partido, que había querido hacer un reportaje. El equipo de Quidditch se había agrupado detrás, junto con la pandilla de Gryffindor de rostros pintados y las chicas esbozando sus más alegres y juguetones gestos. Sonreímos, felices, portando nuestras heridas de guerra como medallas de honor. La mejor jodida copa de Quidditch.
Fue en ese momento, esa última mirada colmada de felicidad, en la que me di cuenta que tenía unos incontrolables impulsos por abrazarlo una vez más, mirarle por el resto de mi vida. Lo supe, estaba experimentando por primera vez síntomas de una irremediable atracción hacia un hombre, uno que jamás me pertenecería.
Hasta aquí llega el capítulo 15. Espero que haya sido de su agrado.
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y esa pájina esta en ingles?
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lol los pedales de la escova. Desde cuando tienen pedales?
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Cierto, no tienen pedales. Errores de fiks, supongo
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Eso lo he escuchado en varios fics y sigo preguntándome lo mismo xd. A lo mejor no se refiere como tal a pedales, no sé.
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Chismes para poner los pies, simplemente.
Un poco absurdo en mi opinión.
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Sí, yo casi que miraría lo de poner cualquier otro tipo de cosa, ni que fuera un sillín de bici o un cojín o algo acolchado ahí, antes que algo para apollar los pies.
Que mira, ya que hablamos de pedales y demás, esto me hace preguntarme. ¿Cómo se controla la velocidad en la escoba? Porque bueno, lo de la altitud, pues mira, varías el ángulo, habría que preguntarse si una escoba puede entrar en pérdida, pero bueno. ¿Pero para acelerar o reducir? No sé, dudas que me salen.
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pues ni idea, tirando de las ramitas tal vez o algo así
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Técnicamente es según el modelo, en eso basan los fabricantes de escobas muchas de las mejoras, pero ni idea de cómo se las arreglen xd.
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yo creo según yo,tirando de el palo y también con un determinado ángulo ke roulin nunca nos a aclarado,pero va por aí
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y al parecer el fic de cuando leen los libros ya fue, que habrá pasado con luceriii
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esto es una fantasmada de primer orden porque las brujas volaban sobre escobas y tal, pero mi pregunta es peor. osea, de verdad considerais mala idea unos estribitos para la escoba. yo después de apoyar mi peso sobre mis... partes más sensibles sobre un palo de madera rezaría a quien fuera por unos estribos! más a unos do km del suelo. admitámoslo, un tío no podría poner sus... cosas haí mucho tiempo cuando eso suba pa arriba vas a pegar el grito de tu vida. un yuyu, o cascahuevos, pero echo por ti mismo. una agonía brutal y desesperada en cada puñetero partidito de mierda mientras buscas la puñetera bola dorada y maldices al deseñador de nimbus, o de saeta de fuego, o de barredora, o cualquier sea el maldito palo mágico que está destrozando tu integridad masculina. y las mujeres? pues la verdad, no puedo opinar porque... no soy mujer eso creo que lo sabemos todos no? en fin, sigo prefiriendo una moto speeder, al menos vas sentado. el tema de control... también lo veo un poco locura. siempre dicen que acelera, disminuye y cosas así, pero como, no se, si bueno, claro... lo hizo un mago! per realmente no hay un control bueno en un palo de escoba, y encima tu, ser humano, eres lo más antiaerodinámico del mundo, osea que como eso de n tirón gordo, tu te quedas sentao en el jodido aire colega. como no han prohibido las escobas en el mundo mágico? aquí el único listo fue sirius, que vió todos estos problemas y dijo. yo siviajo, viajo bien. y se hizo una moto voladora. vas sentao, acelerador, manillar, freno, y listo. encima le meto truquitos tecnochetados dignos de un vehículo de bond para superar toooodos losmarrones posibles. si por algo es mi pj favorito coño
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Supongo que serán escovas de mango grueso, no se. Pensaba que solo al subir uno se sentaba sobre ellas y que luego se reclinaba a lo largo sobre el mango, pudiendo aferrarse a la escoba con todo el precioso body. Además hay escobitas con un encantamiento de frenado, que si lo entiendo bien además de ayudarte a frenar más rápido se comen la inercia restante para que uno no salga volando.
Motos voladoras... no se. Para volar lento está bien, pero yo no me subiría a una para ir muy rápido, le faltan medidas de seguridad a esa cosa.
PD: La moto de sirius solo tenía la invisibilidad como truco, los demás se lo puso otra persona.
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Alguien sabe por qué prohibieron las alfombras mágicas? Les veo más sentido que a una escoba.
Quiero decir... Es grande, voy sentadito tranquilamente, hay menos riesgos de acabar con el culo al rojo vivo... Todo son ventajas. Incluso puedo echarme una siestecita si el viaje es en línea recta durante un tiempecito.
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cosas políticas, supongo. Porque sí, las alfombras voladoras son mejores xd.
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lo se, lo se. los juguetitos a lo bond se los pone Arthur, grande haí Arturo, te coronaste con tus tecnojuguetes guays. lástima que no le salieran ametralladoras al cacharro. y luego pues el encantamiento de frenada pos vale, lo hizo un mago, pero no, por ejemplo para ser golpeador, has de ir erguido, o como manejas el bate. ostia es que de pensarlo ya me duelen los huevos... cazador y guardián tres cuartos de lo mismo. además esta gente se sienta muy tiesa en el palo en las pelis (como se nota que tienen los pies apoyas en estribos) además en viajes largos como el privet drive 4 hasta gray maul place, o como sea pues... la peñ debía sufrir bastante, la verdad. en efecto, yo prefiero una alfombrita de esas. además según lo que cuentan en los libros, había superenormes, tipo turan familiar con siete u ocho plazas o así, osea, to guapo, no? imagina que te montas un picknik con tu piva en to lo alto tipo aladín… esa noche tocas carne tío xdd. y motos voladoras pues... yo no lo veo mal. medidas de seguridad no se que le vas a poner, supongo que sirius ya le pondría el compensador inercialy todos los encantamientos necesarios. luego es agarrarte bien con las patas al motor, y apretar el manillar a tope. no sus quejéis, que las motojet z74 de arakiv se ponen a 500km/h y no he visto a los soldados exploradores quejarse de las medidas de seguridad xdd
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No se tio, si estoy volando o lo hago rodeado por mi vehículo o agarrado con todo el cuerpo a él, que una moto... no gracias.
Hombre, si. Una alfombra voladora. Y si puede permanecer quieta en el lugar la podés usar para de todo.
Ya me imagino un helycarrier alfombra voladora gigante al que se accede con minialfombras voladoras.
Señores, vamos a labatalla (y a cualquier otro lado) sentados. Chúpenla magos británicos.
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pua, pues a mi me encanta ir en moto, me imagio ir por los bosques de endor a 500kmh... y se me pone dura que quereis que os diga xdd. pero bueno, yo supongo que sirius al ser un entusiasta de las motos pos sabría lo que estaba haciendo. la cosa es que el vehículo mola, y de echo lo veo más práctico que una escoba. el Ford de la familia weasley también me parece un vehículo genial a la hora de viajar, más cómodo que una escoba. y si la cosa va mal siempre puedes posar el vehículo, y tirar con tu motor convencional, o mágico ya lo que hallas echo con él. lo que no me quedó muy claro nunca es porqué el coche estaba como vivo. se quejaba, protestaba, se volvió salvaje... el coche que es, como Christine? porqué la moto de sirius no hacía eso? bueno.
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Creo que a Alfred le dio más modificaciones magicas que Sirius con su moto, A Sirius solo le dio la capacidad de levitar y volar, más nada que yo supiera.
Y creo que la magia le afecto demasiado a la mecanica que dio vida propia. Eso puede que no tenga sentido.
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no, la verdad que le sigo sin ver sentido. haces un encantamiento para que vuele, y otro para que se haga invisible. por eso el coche cobra vida y se vuelve salvaje? lo dicho, a Christine le hiczo falta un par de vidas humanas, que se yo. pero sigo diciendo que para estar en un mundo real, por así decirlo, la interacción mágica con el mundo real suele ser absolutamente nefasta
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yo también prefiero alfombras voladoras, además puedes llevar mucha gente en motos solo hasta tres creo
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cómo que 3 en moto? eso es poco. Como se ve que te gusta viajar cómodo eh.
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Según entiendo la magia de hp lo estás viendo mal. No es una ciencia que los magos dominen, es más bien que medio entienden como hacer algo. No tienen un sistema estructurado y racional para su uso y la manipulan como quien usa un mando a distancia, es más bien como se veía la magia antes de la llegada de tanto juego de rol, como algo más misterioso y sin mucha estructura.
Sumado a que el tío que hizo el auto no es que tenga mentalidad científica y lo hizo a escondidas... bueno, quien sabe que habrá mezclao o que se le habrá colao en su creación.
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he, recordar que cuando hp se empezó a escribir, no se si en el 95 o así. no recuerdo, ya teníamos dos ediciones de d&d, dos más de kult, como 600 juegos del sistema d6, el anillo único, y varios juegos más. y bueno, estructurada... no la veo. solo que para poder gestionar fichas y personajes, se hace exactamente así, pero la magia en los libros no se representa así. que hagamos repercusioners ha ehchizos de esa índole y así es porque es más fácil explicar ciertas cosas. de todos modos la magia de hp, yo la veo mucho más estructurada que cualquier otra, de echo se enseña en un colegio a niños de 11 años a 17. osea… ya tenemos un sistema educativo mágico establecido y estructurado, mientras que ni si quiera los jedi tenían un programa tan estándar
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No tengo idea, pero creo que casi cada transporte del mundo mágico se me haría algo incómodo, de las chimeneas saldría toda mareada y... bueno, qué tal que me pasa como a nuestro querido Harry y aterrizo mal.
Las escovas… ya arriba nos dijeron muchas cosas que se pueden decir sobre ellas.
Tal vez la moto voladora se me haría la más segura, pero igual me lo pensaría muy bien jajajaja.
También están los theztrals, y aquí no sé si preferiría verlos o no... por cierto, ¿cómo sería si alguno de nosotros se encontrara uno de esos?
Hasta donde sé creo que sí se pueden sentir aunque no se vean.
Y por último, tal vez podría acostumbrarme a la sensación de cuando te apareces, aunque conociéndome tal vez en alguna de esas sufriría una despartición :V.
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pues yo se que los vería barra notaría barra lo que sea. y tampoco sería una cosa negativa sinceramente. la muerte es lo que es, y hay que vivirla y eso, es parte de la vida. no se si me gustaría volar sobre ellos, porque según potter las alas lo suben y lo bajan muchísimo, y creo que acabaría potando, pero bien si no hay otra cosa. acabo de caer que hay un transporte curioso que es muy cómodo. el barco de dunstrang. eso no es peligroso. como navega? como se mueve? como cambia de sitio? no lo se. será una desaparición total del buque, como una tardis pero solo en el espacio? ni idea, pero tiene pinta de ser cómodo
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Ya, pero roulin no era precisamente una persona que sabría del tema... En especial por esas épocas, donde ese estilo de contenido no era tan socialmente bien visto como hoy.
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Encuentro que sería divertido viajar en una moto o un carro volador. ¡Me imagino en un carro volador y me hace reír!
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se fue.
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Ultima edizione da r-althor, 04.04.2023 00:34:14
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