361. inuyassha,
sii, sufrimiento, si es que no regresa! -_--_-
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sii, sufrimiento, si es que no regresa! -_--_-
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¡regresa nigroooooo!
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regresa, quiero escuchar más historias
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y dijo que nos tenia 2 istorias, no volvió :(
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nigromante no nos estafes!
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pues, ya nos estafó.
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me siento estafado :V
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como te dijeron, ya nos estafo :(
y yo que estaba esperansado.
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va yo prendiendo la pc a la media noche y el nigromante no publica nada
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Es solo un sueño.
Mientras voy en el bus camino a la universidad, siempre me ha gustado ver por la ventana, no sé realmente porque, quizá solamente me gusta mirar el cielo, los árboles, los animales, tal vez esto me ayuda a pensar que todo algún día mejorara. Probablemente el hecho de ver la armonía de la naturaleza me ayuda a crear una sensación de paz, sin embargo a fin de cuentas es solo eso, una sensación.
Ahora me bajo del bus, y en el corto camino a la universidad que me queda solo puedo ver personas riéndose, ¿De qué? ¿Será que estoy caminando de forma extraña? ¿Mi peinado se ve gracioso? ¿Alguna cosa extraña se habrá pegado a mi ropa? Siempre intento pensar que no es nada de eso, quizá solo se ríen de cosas que les han ocurrido antes o de algún chiste o una broma. En fin, solo decido continuar el camino a mi clase, decido mirar mi reloj por un instante "Demonios, llegaré tarde" Pienso, empiezo a correr, pero al llegar me doy cuenta que la puerta del salón está cerrada, se alcanza a escuchar la voz del profesor, entonces empiezo a golpear la puerta, en unos segundos el profesor la abre.
-¡Otra vez tarde!-Grita El. Mierda, de verdad está furioso
-Lo siento, venía a tiempo pero...-Dije tratando de excusarme.
-¡No más excusas!- Grito y cerró la puerta con tal fuerza que mis oídos quedaron aturdidos. Puesto que no me dejo entrar simplemente decido salir y comer algo en lo que comienza la próxima clase que es en... cuatro horas, genial.
Después de ese tiempo que pareció eterno, finalmente arranca la clase. El profesor empieza a hablar, comienzo a ver hacia mis lados, veo a Luis, sus ojos estaban puestos en la cara del profesor, y miro a Laura, tenía la misma mirada de Luis y si, también veía al profesor al igual que todos mis compañeros. Intento concentrarme, pero siempre me distraigo con algún pensamiento, por suerte el profesor no se percata de esto
-Por favor me entregan sus ensayos-Dijo el profesor.
Oh no, el ensayo. El profesor pasa por cada puesto y finalmente llega al mío.
-David, su trabajo-
-No lo hice- No tenía sentido mentir, ya sabía cómo iba a terminar esto
suspiró y continúo recogiendo los demás ensayos. Me sorprendió que no hubiera regaño alguno.
Termina la clase, y es hora de volver a casa, por suerte en el día solo tenía esas dos clases, no creo que hubiera soportado más tiempo en esa cárcel que se hace llamar universidad. Voy saliendo del salón, intento hacerlo rápidamente para no tener que hablar con nadie, sin embargo esto fue en vano, Daniela me toca el hombro y volteo a mirarla
-Hola Dani- Digo con voz suave.
La veo a los ojos, tiene la mirada más hermosa que jamás haya visto, esos ojos verdes son una de las pocas cosas que han conseguido robarme una sonrisa en estos últimos días.
-Hola David-Responde.
Oh dios, también tiene una voz tan delicada y dulce.
-Por favor ¿Me prestas tu cuaderno de cálculo?, el otro día no pude ir a la clase y pues necesito adelantarme- Contesto.
¿Tan solo eso?, realmente no creo que pudiera esperar algo más, después de todo probablemente es la chica más linda de la universidad, ¿Por qué se fijaría en mí?
-Claro-Respondi. Saque el cuaderno de mi maleta y se lo pase
-Gracias- me mostró una sonrisa y me beso la mejilla- Adiós, cuídate.
-Hasta luego- comencé mi camino a casa
En el bus llego un pensamiento que se me ha cruzado todos los días en los últimos meses. Cuanto he deseado la muerte, tengo malos resultados en la universidad, no tengo amigos, mis relaciones amorosas han sido un fracaso hasta el día de hoy y realmente hace mucho que no vivo. Me gustaría tener una nueva oportunidad, en la que no recuerde el dolor que he tenido que soportar por tantos años, en la que los errores que he cometido no tengan ninguna relevancia en lo que pasara en el presente. Quizá cuando una persona muere esta reencarna sin recordar lo que una vez fue, eso es exactamente lo que yo quiero.
Estuve divagando por este pensamiento hasta llegar a mi casa, ya era de noche y me sentía muy cansado, a pesar de que me levante a las once y solo estudie una pequeña parte de la tarde. Entre a mi casa y me encontré con mi padre
-Hola papá- Exclame al entrar.
-Hola David ¿cómo te fue?-Replico.
-Bien-Manifesté. Es la mentira de siempre, nunca he sido capaz de contarle lo que en realidad está pasando, puede que sea vergüenza, o tal vez odio que la gente sienta compasión por mí, o el hecho de que sepan que no estoy bien y que no puedan hacer nada al respecto, porque esa es la verdad- ¿Y cómo te fue en el trabajo?-
-Ya sabes, es un trabajo pesado, a veces me toca atender gente muy fastidiosa- El es mesero en un importante restaurante, sin embargo no tiene un sueldo muy alto, aun me pregunto cómo puede mantenernos y pagar la universidad- Pero estoy dispuesto a soportar esto para poder verte hecho un profesional y verte continuar con una vida llena de éxitos-
Esa frase me entro como un puñal.
-Gracias- sin pensarlo dos veces lo abrace, contuve las lágrimas lo más que pude. Lo solté y me fui inmediatamente a mi habitación y me recosté en mi cama- ¿Por qué?- me repetía una y otra vez, lo decía lo suficientemente bajo para que mi papá no escuchara.
En medio de mis lágrimas empiezo a pensar en cómo me podría suicidar sin herir a mi padre, estoy seguro de que él no lo podría soportar, seguramente si yo me voy al otro lado el me acompañaría, no se debe ser un genio para saber que yo soy prácticamente todo en la vida de él. Sin ningún logro importante en su vida y con una actitud bastante pesimista al igual que yo, probablemente ya también ha pensado en el suicidio, sin embargo estoy seguro de que jamás lo haría, porque lo que lo mantiene vivo es su fe en mí.
Más lágrimas, esto es una pesadilla sin fin. He perdido la noción del tiempo, pero estoy seguro de que llevo bastante tiempo en esto, pero aun así no quiero parar. Decido arroparme, con la disposición de dormirme en el momento en que deje de llorar. Después de esto vuelvo a pensar en mi papá.
Mi papá no ha tenido una vida fácil. Su padre fue asesinado por un guerrillero y tuvieron que venir a la ciudad para escapar de ese infierno. Tan solo tenía 16 años cuando su madre fue atropellada por un carro, el desgraciado iba borracho en el momento del accidente. A los 30 años tuvo que soportar la muerte de su novia o mejor dicho mi madre, quien tuvo que morir para que yo naciera. Dios, que triste vida ha tenido.
¿Cómo puedo quitarme la vida sin que mi papá sufra? La solución es tan simple, no lloraría, no se lamentaría por nada, ni siquiera sabría que me he quitado la vida, solo debía matarlo. Solo necesitaría un cuchillo y atacarlo en el momento que menos se lo espere, sería una muerte rápida y no sentiría nada.
¡Basta David! ¿Cómo puedes pensar en eso? Él se ha esforzado mucho para que estés en donde estas ahora, no puedes ser tan desagradecido con él, no merece que le hagas eso, merece que le des lo mejor de ti.
Con esa última idea en la cabeza perdí la consciencia, deje de llorar finalmente y me quede dormido.
Por lo general la mayoría suele soñar con cosas que de alguna forma han afectado su vida, pueden tanto ser cosas buenas como malas, sin embargo yo no he tenido sueños en los últimos meses, o tal vez si los haya tenido pero no los recuerdo, en fin eso no es lo importante, lo que verdaderamente importa es que el sueño que tendría esta noche cambiaría mi vida para siempre.
Estoy en el pasillo de mi casa y camino casi inconscientemente a la cocina y... Me veo cogiendo un cuchillo, en mi cabeza escucho una voz susurrándome
-¡Mátalo!-
Casi como si no fuera yo, agarre el cuchillo firmemente y me dirijo a la habitación de mi padre. Una vez que estoy allí, quizá con la voz de un psicópata digo: "Hola papá". El parece no escuchar, seguramente ha de estar dormido, enciendo la luz para terminar confirmándolo. Veo detenidamente el cuchillo, de repente siento como una lagrima sale de mi ojo derecho, doy un último vistazo a mi papa durmiendo, y casi como si no lo controlara empiezo a caminar hacia él y de inmediato estoy a su lado, en este momento mi cara está llena de lágrimas, cierro los ojos por un instante, y cuando los vuelvo a abrir ya no estoy sosteniendo el cuchillo, empiezo a buscarlo con mis ojos y casi en el mismo instante lo encuentro, está enterrado en el pecho de mi papá.
De un golpe brusco me despierto. Estoy sudando bastante, y casi como si fuera un reflejo, me voy corriendo hacia donde estaba papá, lo encuentro leyendo un libro mientras estaba sentado en su cama
-¿Qué pasa hijo?-
-Nada papá, perdón por interrumpirte-
-Está bien, estas sudando ¿Seguro que no pasa nada?-
-Tranquilo, estoy bien- Me retiro y me acuesto de inmediato, con un alivio gigantesco no me costó volver a dormirme y espero tener esta vez un mejor sueño o bueno... No tenerlo.
Que extraño, ahora estoy justo al frente del cadáver de mi papá, es raro que cuando un sueño es interrumpido este se reanude. Lo veo durante unos segundos, caigo de rodillas, pongo mis manos sobre su cara y lloro de inmediato. No duro mucho tiempo ahí, me levanto, me seco las lágrimas con mi antebrazo y salgo de la habitación, voy a la sala y cojo el teléfono, llamo a emergencias y les digo que alguien entró a la casa y mato a mi papá.
Hecho esto ahora sé exactamente qué hacer, es el momento de mi suicidio. No quiero una muerte sangrienta, a pesar de que así fue como mate a mi papá no quiero que mi destino sea similar, tampoco quiero morir colgado, me imagino que debe ser doloroso y a pesar de que la muerte debía ser relativamente rápida, la agonía quizá sería muy grande, quizá estoy equivocado, pero definitivamente no quiero que mi muerte sea así.
Dure un momento pensando y se me ocurrió la sobredosis, es una muerte lenta pero estaré inconsciente durante un buen rato antes de morir, por lo que no sentiré nada. Es una excelente opción, sin embargo la policía llegaría antes de que muriera, por lo que para hacerlo tendré que salir de la casa y rápido, corro hacia el baño y cojo todas las pastillas que encuentro en el cajón de las medicinas, lleno una botella con agua y salgo de la casa lo más rápido que puedo, y tan pronto estoy afuera camino con normalidad. Estoy a unos 50 metros de mi casa cuando el carro de la policía llega junto con una ambulancia, los miro por un instante y después sigo con mi camino.
Ahora debo escoger el lugar, puesto que es el momento perfecto, si lo hiciera a esta hora nadie se daría cuenta, no llevo reloj, pero la noche está en su punto más alto y la calle está sola, por lo que deben ser horas de la mañana. Pensé en un parque cercano a mi casa, puedo escoger uno de sus árboles y morir debajo de uno de ellos, morir en la naturaleza seria como morir en paz.
Tan pronto llego al parque, escojo un árbol y procedo a sentarme en el pasto y apoyar mi espalda en el tronco del árbol. Saco las pastas y las coloco sobre mis piernas. Surge en mi cabeza la imagen de Daniela, recuerdo que ella solía hacerse bastante conmigo en los trabajos de cálculo y química de la universidad, y por lo general ella me buscaba para hacerse conmigo, realmente no sé porque, nunca me fue bien en esas materias, quizás buscaba hacerse conmigo por otras razones, tal vez yo le gustaba..Imposible, yo soy de ese tipo de chicos que repele mujeres, pero entonces que podía ser, pensé por unos minutos y nada, solo se me ocurre que me quería conocer mejor y tal vez de verdad le gustaba, no soy feo pero mi personalidad repele a cualquiera, aunque probablemente ella no creía eso. Mierda, ¿Por qué me di cuenta de eso tan tarde? creo que no puedo hacer nada ahora, acabe de matar a mi papá, ¿Que futuro puedo tener?
Lagrimas empiezan a escurrir por mis ojos y abro la botella de agua, procedo a tomarme las primeras pastillas, así continuo durante un tiempo y empiezo a sentir un fuerte dolor de cabeza combinado con unas terribles ganas de vomitar, sin embargo sigo tomando más y llego un punto en el que todo se volvió negro, ya debo estar muerto.
Vuelvo a despertar, pero esta vez hay algo extraño, me siento un poco aturdido, volteo a mirar y veo toda clase de aparatos de hospital, por lo que veo tengo conectado algún objeto en mi brazo. Intento moverme pero de verdad me cuesta bastante trabajo, cierro los ojos y me vuelvo a quedar dormido.
Espero que la próxima vez que despierte este en el cuarto de mi casa, me levante, vaya a la universidad, me siento bastante motivado para seguir con mi vida, después de todo no ha pasado nada, esto tan solo es un sueño.
He despertado de nuevo, pero esta tampoco es mi habitación, de hecho ya tampoco estoy en el hospital, me levanto y salgo de este extraño lugar en el que me encuentro, y me encuentro con algunas mujeres que parecen ser enfermeras, me dirigí hacia una de ellas.
-Hola, disculpa ¿Dónde estoy?- Hubo un pequeño silencio pero finalmente me contesto
-Está en un hospital psiquiátrico, señor-
-Esto debe ser un error, señorita- La agarre fuertemente del brazo
-No es ningún error, señor-
-Yo no debería estar aquí, hoy tengo que ir a la universidad tengo muchas cosas que hacer, no tengo tiempo para esto – Grite
Vi a un hombre acercarse rápidamente
-Esto es un error-
-No lo es- me mostró una jeringa y la inyecto en mi brazo, por lo que quede inconsciente.
Ya han pasado varias semanas, y sigo en este lugar, no sé qué está pasando, estas personas me tienen la mayor parte del tiempo en un cuarto aislado y con un saco de fuerza, creen que estoy loco, pero lo que no saben es que este es un sueño y que pronto despertaré, ya lo verán, volveré a ver a Daniela y le comentare todo lo que me ha pasado y le diré lo mucho que la quiero ya que después de todo, esto es solo un sueño...
Secretos de una caníbal.
Lo que estás a punto de leer no te va a gustar, estás avisado. A partir de hoy, presento formalmente mi renuncia. Lo siento, pero esto me supera...
Nuestros superiores nos habían encomendado la misión de interrogar y vigilar a un asesino. Ahora bien, dicho esto que suena fuerte tengo que decir que no era un asesino cualquiera, pues se trataba nada más y nada menos que de una caníbal. El comisario ya nos avisó de que el sujeto no tenía intenciones de hablar, en otras palabras, se acogió a su derecho de no declarar.
Es lo que no entiendo y nunca entenderé, ¿por qué gentuza como ésta tienen que tener derechos...? Si fuera por mí estarían todos sentados en la silla eléctrica. En fin, no os entretengo más. Eran las 3 de la madrugada y la comisaría estaba vacía. Elisabeth, una compañera de trabajo, me acompañó en todo momento. La detenida no dijo una sola palabra. Me empecé a poner de los nervios, por no decir histérico.
Elisa me trajo 20 cafés de la máquina y no exagero, de buenas a primeras, se me nubló la vista. Golpeé la mesa con mis manos, mi compañera trató de calmarme pero era demasiado tarde. Aquella mujer de ojos brillantes me sacó de mis casillas. A continuación, le pedí, más bien le ordené a Elisa que tapara las cámaras. Ella se negó diciendo que eso era "ilegal". Seguidamente, le lancé una mirada de odio y le dije:
—Eres mi ayudante y tienes que acatar mis órdenes, te guste o no, ¿de acuerdo?
Elisa me miró resignada y enseguida captó el mensaje. Después de eso, se acercó a las cámaras y las apagó. No conforme con eso me dijo:
—Da igual lo que hagamos con esta mujer, no hablará. Además, ella debería estar en prisión y no aquí, ¿me podría decir alguien por qué no está en la cárcel?
—Hasta que no confiese sus pecados no se moverá de esa silla, pase el tiempo que pase, que pasan 5 años y sigue sin hablar, pues 5 años que permanecerá ahí, sentada. ¿Te parece poco castigo?
—Dije algo enfadado.
La cosa se complicó cuando la detenida me sonrió. Mi mirada cambió. Sentí tanto odio que le grité:
—¡Maldita asesina, púdrete en el infierno!
La detenida me sonrió de manera traviesa. Aquello fue la gota que colmó el vaso. Sin pensármelo dos veces me acerqué a ella y le metí la pistola en la boca. Acto seguido, mi compañera sacó su arma, apuntó a mi pecho y me hizo creer que iba a apretar el gatillo.
—Te estás saltando el protocolo Michael y eso, no lo puedo permitir...
—Dijo muy triste.
Seguidamente, me ordenó que bajara el arma. Me dieron muchas ganas de apretar el gatillo, algo muy dentro de mí me dijo que lo hiciera. ¿Acaso me estaba volviendo loco? Eran muchos casos, ladrones, asesinos, policías corruptos... Y aunque todos estén ahora entre rejas, aquel trabajo me estaba superando. Era una realidad. Entonces saqué la pistola de su boca y le dije: "...BANG".
Elisa guardó el arma en la cartuchera. La caníbal me miraba, nos retábamos con la mirada.
—Por cierto, ¿sabes qué le pasó a tu hija? - Confesó ella sin venir a cuento.
—...¿A mi hija...? - Contestó Elisabeth.
—Sí. Desapareció hace 1 año ¿no es así? Incluso salió en las noticias, todo el mundo hablaba de aquello, fue muy sonado. Tuviste que pasar por un auténtico infierno. -Dijo la asesina con una mirada pícara.
—Ni se te ocurra hablar de mi hija. O juro que te mato con mis propias manos. - Dijo muy enfadada.
Busqué por los cajones y encontré cinta adhesiva, el hecho de escuchar su voz me ponía enfermo. En un principio, no creímos nada de lo que nos dijo pero después la cosa se complicó.
—Sus ojos eran de color marrón claro, sus cabellos eran dorados como el oro. Y tenía una muñeca que se llamaba "Miley". Y bien, ¿me crees ahora? - Dijo ella muy confiada.
—...¿Qué le hiciste...? ...No le harías daño ¿Verdad? Era sólo una niña... - Contestó Elisabeth.
—Oh sí, la secuestré y la mantuve en el sótano de mi casa. Allí la sometí a todo tipo de torturas. Después comencé a cortarla en trozos y finalmente, me la comí. Qué tierna, ella amaba a su muñeca. ¿Quieres saber lo que hice con ella? Se la eché a los perros.
Elisabeth sacó su arma y sin decirle nada le disparó en la cabeza. En mi vida sentí tanta adrenalina como la que sentía en ese momento. Le miré perplejo, no me esperaba esa respuesta de parte de mi ayudante. Ésta lloraba desconsolada... Primero se metió la pistola en la boca. Poco después me miró, y vi tristeza, mucha tristeza. Su mirada me rompió el alma. Traté de detenerla pero no me escuchaba. No pudo soportar tanto dolor y se voló la cabeza de un tiro.... Actualmente estoy cobrando un subsidio por depresión ¿Os doy un consejo? No hagáis lo que yo, no seáis policías...
El lado humano de la oscuridad.
Hace unos días escuché de noche, durante unas diez horas continuas, los videos que abundan en YouTube sobre la Deep Web o Red profunda, limitándome al audio mientras hacía otras cosas, y quedé obsesionado con el tema, tanto que volví en los días siguientes a dichos videos, ahora también para verlos, y descubrí muchos otros. Consciente de la falta de seriedad que hace de la Deep Web un conjunto de mitos en la mayoría de los casos, he buscado además información escrita, y mi obsesión llegó al punto de soñar con algunas de las escalas en esta ruta de navegación, despertar pensando en ellas o, como de costumbre, tener insomnio.
El video Daisy's Destruction y la asociación delictuosa de sus autores, No Limits Fun (NLF), como paradigma de la maldad y la perversidad que nomás el humano desarrolla y desata, pues ningún otro animal es capaz de semejante aberración, me hacen pensar, de paso, en la cobarde irresponsabilidad de quienes fomentan ignorancia y aseguran, por ejemplo, que el video snuff es una “leyenda urbana”. Wikipedia, en primer lugar.
Abundan referencias a Porno normal para gente normal (NPNP), el sitio de la Deep Web más conocido en la actualidad, tanto por su representatividad como por su reciedumbre, pero en términos de formato y contenido, este sitio no representa novedad alguna, pues reproduce un esquema de hace dos décadas, cuando un sitio por el estilo sentó precedentes paradigmáticos en este sentido. Luego de NPNP surgieron otros de índole similar que los nuevos internautas, sobre todo youtubers, han convertido en lugares comunes, como Central Park, que es un directorio, o Dark Scandals, Boy Vids, zPlay y Baby Heart, por mencionar sólo algunos que ofrecen pornografía infantil, violaciones, torturas y asesinatos en línea, entre otras cosas, todo a cambio de pagos anticipados, cuyos montos hacen prohibitivo lo que de por sí es ilegal y criminal desde la perspectiva ética.
Cuando comenzó mi experiencia internáutica en 1998, navegué hasta el naufragio por océanos de pornografía y conocí todas las categorías públicamente permitidas, además del bestialismo y otras parafilias ilegales en algunos países, pero quizás entonces no existían límites o fronteras entre la red superficial y la red profunda, de modo que atravesé la delgada línea sin saberlo, al verme de pronto en un sitio llamado The Human Side of Darkness (El lado humano de la oscuridad), con la descripción: Addiction to the Obsessive Search of Dangerous Routes and Shortcuts to Death (Adicción a la búsqueda obsesiva de rutas peligrosas y atajos a la muerte). Como Central Park, contenía un directorio de “todo lo prohibido”, con enlaces a sitios de acceso restringido a pornografía y prostitución infantiles (videos y galerías fotográficas, chats para intercambio de material audiovisual o para concertar “encuentros reales”), tráfico de armas, narcóticos y órganos humanos, video snuff en lo que ahora es conocido como Red Room y un escabroso etcétera. Por increíble que resulte, había un sitio que, según esto, vendía mujeres mutiladas. Otro decía contener material “clasificado” acerca de visitantes extraterrestres… En fin.
Pasarían muchos años, inclusive lustros, para que yo supiera guardar evidencias en capturas de pantalla. Y como jamás pago, además de mi conexión, por tener acceso a nada en internet, lo interesante para mí era el contenido que se ofrecía, de entrada, sin restricciones de ningún tipo, a saber, siete videos muy sórdidos que aumentaban progresivamente de perversión hasta un nivel tóxico y criminal, antes de sendo collage en forma de video clip con algunas escenas también extremas y reales, pero extraídas de películas públicas; esto último lo descubrí en años recientes al conseguir todas las cintas relacionadas en rankings o tops de cine transgresor, controvertido, perturbador y demás por el estilo; en algunas de estas películas vemos asesinatos reales de animales como gatos, zarigüeyas o tlacuaches, tortugas, puercos… Al final daré todas las referencias al respecto.
Advertencia: La descripción de los videos no es apta para sensibilidades débiles o delicadas. Como reza el cliché, “se recomienda discreción”.
Video 1: Un par de adolescentes flacos y pálidos con acné, uno de ellos grabando el plano-secuencia con una pequeña cámara de video, llegan a la sala de una casa, en donde una niña de siete años (según mis cálculos), sentada en un sofá, mira televisión. Los jóvenes le dicen en inglés que su mamá está dormida y es la ocasión para vengarse por todo el daño que le ha hecho; le recuerdan prohibiciones, humillaciones, golpes, gritos, amenazas y maltratos de toda índole; la niña los escucha con una expresión creciente de rencor y está por empezar a llorar cuando ellos la consuelan, le dicen que la apoyan, que están de su lado; le proponen matar a la mamá con un gran cuchillo que han sacado de la cocina; el plan es golpearla primero con un bate de beisbol para que ella pueda acuchillarla enseguida. La niña se entusiasma y acepta; los tres suben sigilosos las escaleras, uno de ellos grabando todo, el otro armado con un bate, y ella con el gran cuchillo; abren la puerta de una recámara en silencio y entran de puntillas; el chavo del bate golpea con gran impulso al cuerpo que yace bajo las cobijas; vuelve a golpearlo y le dice a la niña: ¡Ahora tú! ¡Vamos! La niña se arroja sobre el bulto y lo apuñala; se oyen las voces de ellos que ríen y exclaman: “Fuck! Shit!” La niña no deja de propinar cuchilladas, hasta que se cansa y ellos dicen: “A ver cómo quedó”. Quitan las cobijas de encima y ven que debajo había un costal, por cuyas heridas está manando arena. La niña mira a los muchachos que primero fingen sorpresa y luego ríen a carcajadas; ella entonces llora y luego grita; sus llantos y gritos de protesta y frustración aumentan de fuerza; uno de los muchachos le pide el cuchillo y ella lo recuerda, así que trata de apuñalarlos; ellos corren sin dejar de reír, hacer más bromas y burlarse; ella los persigue para vengarse; la escena se agita, se hace confusa y termina.
Video 2: Dos o tres cámaras ocultas dentro de una casa o un departamento graban el momento en que una mujer de unos 24 años, morena y delgada, con gabardina, minifalda y medias oscuras, recibe la visita de una mujer anciana que se presenta para cuidar a un enfermo. Por su acento, ambas podrían ser chicanas o latinas en Estados Unidos. La joven cierra la puerta con llave por dentro; la vieja se tensa y muestra desconfianza, pero intenta disimularla; la joven revela con parsimonia que se trata de una situación anómala, que el enfermo está loco, es un violador sexual y asesino; la anciana dice que no le interesa el trabajo y pide que le abra para irse, pero la muchacha responde: “Lo siento, lo lamento, no puedo dejar que se vaya porque tengo una cita importante y no voy a dejar al enfermo solo, sin que alguien lo cuide; usted ya vivió la vida y ahora me toca a mí”. Están en la sala-comedor. Ella abre una recámara, entra y sale con un hombre muy alto y corpulento, está desnudo, salvo por un pañal como de bebé gigante y una máscara de piel negra; tiene un collar como de perro y ella lo jala del cuello con una cadena. “Oh, My God!” –exclama la vieja con ambas manos en el pecho. “La señora te va cuidar –le dice la joven al hombre–; tócala para que la conozcas”. El hombre la tienta como si estuviera ciego; la anciana parece perder fuerza en las piernas y cae sentada en una silla; su miedo es cada vez más evidente y gime; el hombre toca su pelo y su cara, antes de abrazarla impidiendo que se levante; la muchacha aprovecha para tomar su bolso y abrir la puerta. “Los dejo porque tengo que irme; ya se me hace tarde; regreso en la noche”. Sale y cierra la puerta con llave por fuera. El hombre grita sin dejar de abrazar a la vieja: “¡Mamá, mamá!” Y la vieja: “¡No, no, por favor!” Pero él insiste: “¡Mama, mama!” La imagen del video se oscurece por completo, pero seguimos escuchando sus voces. Algo progresó porque los gritos de la mujer aumentan su fuerza como expresión de angustia. El hombre gime y repite cada vez más fuerte: “¡Mama, mama!” Y ella: “¡No, por favor! ¡Noooooo!” Su grito es desgarrador y hay un corte abrupto.
Video 3: Alguien (al parecer adulto) sigue a dos niños de cerca, o más bien los acompaña, grabándolos en video. El lugar parece un parque descuidado y sucio, con árboles en abundancia alrededor de unas casas de bajo nivel económico, social y cultural. Los niños tienen unos nueve y once años de edad, están flacos, pálidos y mal vestidos; empuñan palos, cargan un bidón y hacen breves comentarios en inglés mientras recorren una ruta de trampas que atrapan gatos durante la noche; una de esas trampas es una red colgante; otra es una jaula; otras son cepos que atrapan una pata del gato… Los niños asesinan a todas sus presas: al gato atrapado por la red lo golpean con palos como si fuera una piñata; a uno que tiene la pata prensada también lo matan a palos; a otro lo rocían de gasolina y lo queman vivo; los aullidos son desgarradores; al último lo llevan arrastrando con una cuerda hasta unos tambos con agua y lo ahogan…
Video 4: Una mujer muy guapa que no pasa de 30 años, acomoda una cámara oculta en su departamento y, mirando hacia ella, dice en español con acento español: “Hola, chicos; estoy sola y aburrida en casa, y como también tengo hambre de comida y de hombre, he pedido por teléfono una pizza y, cuando venga el repartidor, voy a recibirlo así”. En cuclillas, se pone de pie y se aleja dos pasos de la cámara para mostrarse de cuerpo entero: descalza, viste una blusa entallada y oscura, pero transparente, que permite ver nítidamente la forma de las tetas sin sostén y los pezones; su torso es un poco ancho, propio de la edad, y bajo la cintura está enfundada en una pantaleta no menos ajustada; es muy incitante y apetecible; sus piernas son carnosas, hermosas, espectaculares, como sus nalgas, que asoman a la mitad. “¿Ustedes qué opinan? –pregunta de nuevo a la cámara– ¿Creen que le guste? Espero que sí porque me lo quiero follar delante de esta cámara bien escondidita para que ustedes pasen un rato agradable, como yo”. La mujer camina con calma sobre la alfombra de un lado a otro del departamento; vemos que su cuerpo y las prendas que ha elegido son en verdad excitantes. Suena un timbre ruidoso y vibrante; ella pregunta: “¿Quién es?” Y alguien responde: “El repartidor”. Ella abre, y el supuesto repartidor patea la puerta con tal fuerza y tal violencia que golpea la frente o la cara de la mujer; ella da unos pasos hacia atrás, tambaleándose; el hombre irrumpe; viste de negro todo, incluido un pasamontañas; la golpea de nuevo en la cara, ahora con el puño, que al parecer lleva unos nudillos de metal encima de los guantes negros; la mujer cae al piso y él se arroja sobre ella para golpearla más en la cara con el puño derecho y una saña inexplicable; le propina diez puñetazos y se levanta para cerrar la puerta; vuelve a la mujer y le arranca la blusa, luego la pantaleta; se desabrocha el pantalón y empuña su pene erecto para introducirlo en ella; la penetra gimiendo como si más bien sostuviera una pelea; casi grita cuando eyacula, y entonces hace girar el cuerpo de su víctima; la penetra por detrás con los mismos gemidos; se levanta, se abrocha y, antes de marcharse, asoma con precaución por la puerta entreabierta, se quita el pasamontañas y sale; no alcanzamos a ver su rostro; ella se queda en el suelo, inconsciente; alguien adelanta el video en post-producción y, media hora después, según el reloj de la pantalla, suena el timbre, golpean la puerta, la abren y entran varios hombres, paramédicos y gendarmes, revisan a la mujer, atienden las heridas de su cara, la suben a una camilla y se la llevan; la policía revisa el departamento, pero no se percata de la cámara escondida; todos se marchan y la cámara continúa grabando. Es obvio que alguien llega después y se lleva el video…
Video 5: Una sola toma sin cortes, muy extensa, en un cuarto de la morgue; hay cuerpos sobre las mesas o camas de metal, cubiertos con pequeñas sábanas blancas. Se escucha la respiración de quien maniobra o manipula una cámara en movimiento y desliza lentamente una sábana para dejar al descubierto uno de los cadáveres; obviamente desnudo, es el cuerpo de una mujer de mediana edad y complexión regular; la cámara registra todos sus ángulos, rodeando con morbosa lentitud el lecho metálico, antes de hacer acercamientos al pecho y al pubis. “Tits, tits, pussy, pussy”, dice una voz masculina en tono libidinoso detrás de la cámara. “So beautiful!” La cámara vira hacia otra cama, y el camarógrafo desliza lentamente otra sábana, dejando al descubierto el cuerpo de un niño muerto, pálido y macilento, de unos diez años. Como en el caso anterior, el camarógrafo se asegura de que no quede ni la más mínima duda: se trata de un cadáver. Entonces fija la cámara con miras a la mujer, y el camarógrafo se deja ver; lleva un tapabocas, una bata blanca y guantes de látex; se desnuda sin quitarse los guantes ni el tapabocas; es velludo y obeso; acaricia su propio pene erecto y se pone un condón; acaricia las tetas de la mujer y luego el pubis; introduce los dedos bajo el látex. “Oh, yes! Jeah! –exclama– “This is good, very good”. Lame las tetas, separa las piernas de ella y se acuesta encima; tiene un coito. “Mira cómo la profano”, dice al cadáver infantil en inglés. “Mira cómo lo disfruta”. Su gemido estalla; respira con alivio; se levanta; se cambia el condón. “No seas envidioso”, dice al cadáver infantil, siempre en inglés. “Ahora sigues tú”. Se dirige a la cámara y la apaga.
Video 6: Cubierto de pies a cabeza con piel negra, un hombre amarra a una mujer desnuda, menuda, muy joven y muy blanca, de tal modo que ella queda empinada sobre una cama, pero con las rodillas en el piso. “You’ll like it”, le dice. Ella parece muy tensa; su respiración es muy sonora; él la amordaza y ella reacciona, protesta sin alcanzar a decir palabra; el hombre se va y regresa con un rottweiler muy grande y excitado; él empuña su collar con ambas manos, conteniéndolo; induce que la monte y ella se agita, se convulsiona, emite un sonido frustrado a pesar de que, por lo visto, intenta gritar con todas sus fuerzas; el perro la monta, la penetra; ella gime y llora sin dejar de agitarse; su cara enrojece; cuando el perro termina, el hombre lo jala hacia atrás y lo azuza como impulsándolo para una segunda embestida; repite la maniobra unas cinco veces hasta que el perro gruñe y ladra; entonces lo suelta y el perro se abalanza sobre la mujer, la muerde, agita la cabeza con ella en su hocico, la destroza y se relaja, se calma un poco al empezar a comérsela sin dejar de gruñir. Fundido en negro. El séptimo video no era propiamente narrativo como los anteriores, sino una especie de collage elaborado con todos los recursos técnicos de un trabajo profesional, básicamente post-producción; tenía mucho de video clip y era el más extenso: duraba entre quince y veinte minutos; comenzaba con escenas aparentemente caseras de una niña rubia que jugaba con sus papás o con alguno de ellos mientras el otro la grababa; ella tenía tres o cuatro años de edad, según mis cálculos; sonaba Everything’s alright del musical Jesus Christ Superstar, o una canción muy parecida, sobre todo por el arreglo; cuando cantaba Yvonne Elliman veíamos las escenas candorosas y familiares, pero cuando irrumpía la voz del Judas negro, aparecía una foto, al parecer de la misma niña, pero ahora muerta, con acercamientos y alejamientos rápidos; no podíamos apreciar nada con detenimiento; cuando las voces alternaban en la misma canción, también alternaban escenas fijas de la niña viva y la niña muerta, implicando que se trataba de la misma persona; el cadáver yacía boca arriba con sangre escurrida desde la boca y la nariz; tenía el rostro desfigurado, como si alguien lo hubiera golpeado con un tubo de metal; sus calzones estaban a la altura de los tobillos y había sangre escurrida desde la entrepierna; entonces aparecía un hombre con un antifaz similar al de Batman, pero sin las orejas; tenía el torso desnudo y flaco, y empuñaba un tubo metálico; sonreía con algo entre los dientes, quizás un hueco, un diente negro o algo así, y señalaba a la cámara con el dedo índice de la mano izquierda, mientras empuñaba con la derecha el tubo metálico, apoyándolo sobre su hombro; volvía el cadáver de la niña cada vez más cerca y de nuevo la foto fija de la niña viva y alegre, también cada vez más cerca, en alternancias sádicamente comparativas. De allí a la imagen en movimiento de un hombre que golpeaba con un mazo, una cachiporra o algo así, la panza de una mujer embarazada y acostada boca arriba en el piso; la escena era interrumpida una fracción de segundo antes del impacto para alternar sin transición con el asesinato de una foca bebé, reventando su cabeza, como siempre, y de nuevo el golpe a la panza de la mujer embarazada para sustituir el impacto por el que rompe la cabeza de la foca bebé. De allí al festival de Yulín, en donde abunda el horror: las escenas más nítidas mostraban la muerte de un perro que se convulsionaba colgado mientras lo golpeaban con palos entre dos personas; escenas menos nítidas insinuaban que otros perros eran hervidos en vida. De allí al decapitamiento lentísimo de un toro amarrado que giraba alrededor de una noria mientras un hombre y una mujer ancianos, en los dos extremos del círculo, golpeaban su cuello con machetes; la cabeza terminaba colgando y el toro seguía dando vueltas. De allí a la muerte de un gato blanco que alguien arrojaba a un calabozo con decenas o cientos de ratas negras; en segundos, las ratas atacaban furiosas al gato que corría sin escapatoria hasta terminar acostado con una rata sometida por sus pesuñas delanteras mientras la mordía y decenas de ellas lo mordían a él, que, de pronto, se sobreponía, se levantaba furioso y rugía, mordiendo a varias ratas y tirando zarpazos asesinos, pero caía de nuevo y repetía el sometimiento de una sola rata mientras las demás lo destruían. Bañado en su propia sangre, el gato no dejaba de respirar agitadamente, y yo deseaba que muriera lo más pronto posible para dejar de padecer esa violencia, pero nunca veíamos el final; el abrazo a la única rata que podía someter tenía algo sobrecogedor; sus maullidos de agonía se fundían con llantos de bebés y escenas que insinuaban una violencia no menos brutal contra los seres más inocentes, vulnerables y tiernos, en este caso de la humanidad; aquí me reservo la descripción por razones obvias. Seguían decapitaciones de personas por hombres encapuchados mientras el fondo musical progresaba por encima de los alaridos a rock pesado o Heavy Metal. No recuerdo más. Observaciones
Hay una gran similitud entre los asesinatos de gatos que narra la película Gummo (Estados Unidos, 1997), de Harmony Korine, y los que vemos en el primer video de este sitio, con la única diferencia de que aquí son reales, mientras que en la película son simulados (espero que así sea, pues también parecen reales, pero supongo que hay maneras de convencernos sin “hablar de bulto”). Dicha película no consta en ningún ranking o top de cine perturbador, pero vaya que lo es, tanto por la muerte de los gatos como por la degradación de niños y adolescentes en una zona marginal de Estados Unidos.
La muerte del gato en el collage del video clip fue tomada, me parece, de la cinta Los hombres detrás del sol (Hong Kong, 1988), de Tun Fei Mou, que narra los horrores del “Escuadrón 731”, un campo de concentración y laboratorio de experimentación con humanos y otros animales en el contexto de la guerra química y bacteriológica durante la ocupación de China por Japón, que duró una década y coincidió, en parte, con la Segunda Guerra Mundial. Era lógico que hubiera un criadero masivo de ratas, pero la muerte del gato no tiene más justificación que la crueldad y una metáfora de lo que parecía suceder con el “Batallón Juvenil”. La secuencia puede resultar profundamente hiriente por su realismo, sobre todo para quien ignore que los cadáveres humanos también son reales y que los hechos narrados ocurrieron en realidad. Cabe sospechar que las mentes de los realizadores de la película terminaron corrompidas y enfermas por las atrocidades que narran y denuncian, hasta el punto de asumir esa maldad y esa perversidad. No encuentro ninguna otra explicación de que fueran incluidas estas brutales y viscerales escenas…
Ahora está prohibido, pero entonces era lícito (no ético) asesinar animales en el rodaje de una película, como en Holocausto caníbal (Italia, 1980), de Ruggero Deodato, que muestra la muerte de un tlacuache o zarigüeya, una tortuga, un puerco y una víbora. En una película mexicana (cuyo título no recuerdo, afortunadamente), hay decenas de gatos en cautiverio, uno de ellos escapa y el anti-actor Hugo Stiglitz lo ahoga en la piscina…
Matar a machetazos a un toro amarrado es tradición en algunos países asiáticos y algo así vemos en Apocalipsis ahora (Estados Unidos, 1979), de Francis Ford Coppola, cuando un toro es rebanado todavía de pie durante una ceremonia, pero sin prolongar su agonía como hacen los asesinos en el collage. Un video publicado en Facebook denunciaba esta práctica, pero fue censurado por “contener contenido gráfico” (sic). La barbarie llamada fiesta brava o tauromaquia, en cambio, tiene todavía la categoría de “arte” en el inventario del atraso evolutivo de la especie humana y su imbecilidad sin límites.
Es muy deprimente la crueldad humana. Nunca faltan videos de torturas y asesinatos de animales por personas, y videos de animales que salvan a otros animales, incluidas personas, tanto de la muerte como de la soledad, en aleccionador contraste.
Urge reflexión acerca de la infinita maldad que motiva la destrucción humana por placer y diversión. Irónica paradoja o paradójica ironía: Oculta en la oscuridad, no obstante que algunas de sus expresiones son literalmente demenciales y más que nauseabundas, la violencia gráfica suele causar fascinación cuando es real. La oferta corresponde a la demanda, y el mercado se expande con los mismos límites que la piratería (en los hechos, ninguno). Con la misma lógica de las drogas ilegales, que dejarían de ser negocio si fueran legales, esta violencia deja de interesar cuando sale a la superficie, en donde no es menos abundante. Por debajo y detrás del interés antropológico, máscara intelectual de quien se atreve a bajar de su atalaya, se asoma la curiosidad morbosa. La Deep Web o Red profunda es análoga en la realidad social y cultural de Nueva York, Tokio, París o la Ciudad de México, a su respectiva ruta de la muerte, lo que llamábamos underground a finales del siglo pasado. Basta con salir de nuestro nicho o “zona de confort” para conocer dicho mundo, tanto debajo como alrededor.
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Alexander-Mortem dice a cinderace: como tu eres uno de los interesados aviso, ahi 3 historias nuevas en mi casa :)
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Que manera mas original de decir posteo jajajaja.
bueno, una disculpa gente.
como les dije, no solo tengo un canal del cual encargarme y para el cual e estado grabando contenido, también estoy entrenando para un torneo que tendré pronto, y eso me consume mucho tiempo y no avía podido publicar, pero lo prometido es deuda.
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ojala que si porque si no te hago ñaslkdjf
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posteo
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y el posteo quedo en ezo, no publico nada.
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hola me gustaría saber quien es el nigromante?
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q onda papi mortem, ya publica más de tus historias que tan interesantes aunque sean sacadas de la wep vuuue.
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Hola mis queridos discípulos, les habla su maestro, el nigromante, bienvenidos a mi casa.
bien, vamos por partes.
me disculpo por no actualizar, pero cada ves es mas complicado encontrar algo no repetido para publicarles, y no es como si tenga mucho tiempo para hacerlo jajaja.segundo, quien es el nigromante?
eso soy yo mero, Alexander-Mortem, el nigromante mas guapo, sabroso, sexy y no no pera que me salgo de tema, el punto es que soy yo xd, para la chica que preguntó.
ahora si, vamos a lo suculento.
¡señoras y señores!
Ouija...
—¡La estás moviendo, Jason!
—Lo prometo, Janet, ¡no lo hago!
Siempre había pensado que las tablas ouija eran estúpidas. Pero esa era la pasión de mi esposa. Siempre estuvo fascinada con el mundo espiritual y lo paranormal. A mí no me podría importar menos.
Hasta aquella noche.
Habíamos invitado a un par de amigos, Stacy y Derek, a quienes conocíamos desde que éramos adolescentes. ¿Veintiséis años de amistad se habían reducido a eso? ¿A una tabla ouija?
Janet insistió con que jugara con los ojos vendados. Estaba convencida de que yo movía el puntero. Así que accedí. No tenía nada que esconder.
—¿Cuántos dedos estoy levantando, Jason? —preguntó Derek.
¿En serio?
—No tengo idea, hombre.
—¡Bien! Hagámoslo —anunció mi esposa.
Hicimos muchas preguntas, y todas fueron recibidas con respuestas simples y breves. Aparentemente, estábamos hablando con una chica de seis años que fue secuestrada y llevada a esa casa hace cincuenta años para ser asesinada.
—Esto da miedo —dijo Janet—. Leí sobre ello cuando compramos la casa. Fue apuñalada aquí mismo.
—Patrañas —le dije.
—¡Es verdad! La he visto, Jason. La vi rondando por los pasillos hace un par de noches. No fue ninguno de los niños, porque revisé y ambos estaban dormidos.
—Eso es aterrador —concordó Stacy—. Ni loca seguiría viviendo aquí después de algo como eso.
—¡No puedo evitarlo! Amo esta casa —explicó mi esposa entusiasmadamente.
—¿Podemos volver a esto? —pidió Derek, claramente molesto.
Preguntamos cosas como «¿Estás aquí ahora?» y «¿Eres buena o mala?», pero la respuesta a la última pregunta nos inquietó a todos.
—¿Qué quieres de nosotros? —preguntó Stacy.
Fue entonces cuando llegó el mensaje largo:
A-R-R-A-N-Q-U-E-N… E-L… C-U-C-H-I-L-L-O… D-E… M-I… E-S-P-A-L-D-A…
Me saqué la venda rápidamente. Mi esposa gritó aterrorizada, y a Derek y Stacy se les fue el color de sus rostros.
—¡Mierda! ¡Esta cosa no tiene buenas intenciones!
—¡Pero fuiste tú la que quiso que jugáramos!
—¡No me importa, Jason! —chilló—. ¡SÁCALA DE AQUÍ!
Y lo hice, pero no sin antes partir la tabla en cuatro pedazos. La tiré en el basurero de afuera, nos despedimos de Stacy y Derek, y nos fuimos a la cama.
Me desperté a la mañana siguiente ante más gritos de mi esposa.
—¡Jason! ¡El espíritu sigue aquí!
Me refregué los ojos y me senté en la cama.
—¿De qué estás hablando?
Me agarró del brazo y me arrastró hacia afuera, al pórtico.
—¡Mira!
Y ahí estaba, la tabla ouija de la noche anterior, recostada en el pórtico y reensamblada.
Mi esposa sacudió sus brazos por el aire dramáticamente.
—Ya no me quiero quedar aquí. Voy a llamar a mis padres y nos quedaremos con ellos hasta que encontremos otra casa.
Y fue así como nos mudamos. Al final, encontramos otra casa, una con más espacio y garaje incluido, en donde podía poner mis herramientas. Mucho mejor.
Han pasado veinte años, y nunca le conté a mi esposa que podía ver a través de la venda o que reemplacé la tabla y dejé la nueva en el pórtico.
Nunca quise comprar aquella casa.
Dos Mentiras, Una Verdad...
Ben, un amigo de la infancia de Phil, mi novio, cumplió veintiún años y organizó una fiesta en la parte rural de Wales, en donde ambos habían vivido hasta que Phil se mudó para asistir a la universidad. Yo aún no conocía a la mayoría de los invitados, pero todos parecían ser amables. Con la excepción, quizá, de un tipo mayor llamado Andy.
Jugamos un juego divertido apodado «Dos Mentiras, Una Verdad», en el que las personas relataban un secreto verdadero y sorprendente junto con dos mentiras, y todos los demás tenían que adivinar cuál de los tres relatos no era ficticio.
Usualmente, era bastante obvio cuando alguien estaba mintiendo. Un sujeto declaró que había actuado como el bebé en la película Laberinto, pero el idiota era demasiado joven.
Las tres historias de Andy parecieron reales. Quizá simplemente era un gran narrador. Quizá no. Relató sus historias con tranquilidad y un rostro serio:
«Cuando era un chico, escalé el camino empinado y rocoso de una playa aislada, en donde conocí a una anciana en silla de ruedas que tenía problemas para andar. Así que comencé a empujarla, pero la silla era necia, como un carrito de supermercado sobrecargado. Golpeamos una roca y la silla rodó, abalanzándose cuesta abajo. Ahí, la anciana cayó en una lengua de arena pequeña, gritando por la ola entrante. Yo entré en pánico y regresé a casa, asustado por meterme en problemas si ella se lo contaba a alguien».
«No mucho después, estaba jugando en unas dunas de arena cuando encontré a una serpiente verde preciosa. Nunca había visto una, así que me la llevé a casa a pesar de que se retorció en mi agarre por todo el camino. Pero fue demasiado resbaladiza y al final se escapó, arrastrándose al patio de un vecino. Fui demasiado estúpido como para darme cuenta de que era una víbora mortífera».
«Otro día, estaba jugando en una granja abandonada llena de maquinaria oxidada y basura aleatoria. Llegaron algunos niños y comenzaron a jugar a las escondidillas, pero no dejaron que me les uniera. Una niña me preguntó si había visto un buen lugar para ocultarse. Le sugerí que se metiera en un refrigerador antiguo, en donde nadie nunca la encontraría. Incluso la ayudé a cerrar la puerta con firmeza. Me alejé, demasiado joven como para apreciar que los refrigeradores viejos son trampas mortales».
—Ahora tengo cuarenta años. Estas cosas pasaron durante mi infancia idílica aquí en Wales, en donde llegué a conocer a mi colega, y amigo, Ben.
A pesar de que hubo miradas de asombro, todos amaron las historias de Andy, excepto Phil, quien apretó mi mano a lo largo de la narración. Se había puesto terriblemente pálido. Su voz se estremeció cuando adivinó que el segundo relato era el verdadero. Andy aplaudió y se rio, y hubo varias señales de alivio por que nadie hubiera sido abandonado en una playa o en un refrigerador.
—¿Cómo supiste? —preguntó Andy.
—Porque mi mamá solía usar una silla de ruedas hasta que se ahogó en una playa cuando fue a comprar helado —contestó Phil, con frialdad—. Y mi hermana mayor se sofocó en el refrigerador de una granja abandonada. Pero no sucedió cuando tú eras un chico. Esa es la mentira. Porque me recuerdas a un hombre horripilante que vimos rondando por aquí en ambos días.
La forma correcta de extorsionar con niños...
Hola, r/nosleep. He merodeado en este sitio por un tiempo, pero siento que es momento de compartir algunas cosas con ustedes. Honestamente, solo hago esto porque estoy harto de leer acerca de personas que secuestran niños y lo hacen todo mal. He extorsionado satisfactoriamente a más de una docena de familias. Algunos me podrían llamar un experto. Quiero decirles cuál es la forma correcta de hacerlo. Entonces quizá empiecen a hacerlo bien.
El primer paso es seleccionar al niño. El sexo no importa, pero prefiero a los varones. Si quieren sacarle el mayor provecho a la extorsión, deben escoger una familia que sea muy unida. Mientras más amen al niño los padres, más darán para recuperarlo.
Escoge una familia en un pueblo en el que no resides. Idealmente, debería estar ubicado a una hora de distancia o más. No debes tener ninguna conexión con la familia. No te deben conocer, pero aprenderás todo acerca de ellos.
Utilizaré mi conquista más reciente como ejemplo. Su nombre es Josh.
No necesitan saber mi nombre.
Escogí a Josh porque tenía cabello largo y liso. Eso me gusta. Solo era lo suficientemente grande como para hacer algunas cosas por su propia cuenta, pero aun así era pequeño. Chico. Suave. Agarré a Josh en su camino a casa desde la escuela. Pero antes de que pudiera secuestrarlo, hice mi investigación. Es aquí donde muchas personas fallan. Tienes que estudiar a la familia. Tienes que saber cuándo saldrán de la casa, cuáles son sus pasatiempos, quién los visita y en dónde se encuentran las fluctuaciones en su rutina. Necesitas pasar mucho tiempo observando. Esperando.
Hay tanta espera, pero hace que el premio sea mucho mejor.
La familia de Josh vivía en una granja de ganado porcino en un pueblo pequeño. La fuerza de policía consistía en un alguacil y solo unos cuantos oficiales. Una fuerza de policía pequeña pondrá las cosas a tu favor. Para volverte menos notorio, no uses un mismo auto al observar la casa. Cambiar colores y tipos de auto hará que sea casi imposible que te rastreen.
Me tomó cinco meses para la oportunidad perfecta. Josh usualmente camina a casa con David, su mejor amigo. El trayecto se encuentra por un campo, fuera de vista para cualquier otra casa. Pero el amigo fue una barrera.
Tuve suerte, pues David estaba enfermo. No fue a la escuela. Así que Josh caminó a solas. Su mochila colgaba de un brazo y su precioso cabello rubio reflejaba los destellos del sol.
No le hagas daño. Hazlo rápido. Un brazo alrededor de su diafragma y el otro sobre su boca. Es pequeño, cárgalo a tu auto. No te inclines para oler su cabello.
Mantenlo callado. Nadie podrá escucharlo, pero el silencio lo hace mejor.
Una vez que tengas al niño, el verdadero trabajo comienza. Te convendrá enviar una nota de extorsión por el correo. Las llamadas telefónicas y los correos electrónicos son demasiado fáciles de rastrear, pero a las cartas simplemente puedes colocarlas en cualquier buzón. Deja la dirección del remitente en blanco.
En tu carta, explicarás que tienes al niño. No dañarás al niño siempre y cuando la familia esté dispuesta a pagar por el rescate. En cuanto a la cantidad de dinero, necesita ser una cantidad razonable. Lo suficientemente significativa como para que haya ameritado un secuestro, pero lo suficiente baja como para que una familia típica pueda recolectarla. Usualmente, me mantengo entre los 20,000 y 50,000 dólares. Una familia promedio puede hacer un préstamo por esa cantidad de ser necesario.
Idealmente, la carta debería llegar el día después del secuestro del niño. La familia ya habrá llamado a la policía. Esta carta incitará aún más temor.
No puedes ir a su casa. No conduzcas por la ruta. No vayas al pueblo, sin importar cuánto quieras hacerlo. Y querrás hacerlo. Puedes ver las noticas. Puedes acariciar los mechones entre tus dedos. Puedes planear tu siguiente movimiento. Pero nada más.
En la primera carta, simplemente dirás que vas a llamar con más instrucciones. No. Llames. La familia estará esperando junto al teléfono. No abandonarán la casa. El FBI podrá haberlos contactado. El teléfono estará intervenido; cada conversación será grabada. No puedes dejarlos escuchar tu voz.
El cabello de Josh sabe a jabón de lavandería y grama recién podada.
Lo siguiente será escribir tu segunda carta. Deberá ser enviada dos semanas después de la primera. En esta carta, incluirás algo escrito por el niño. Esto es para probar que sigue con vida. Haz que escriba acerca de cosas que es imposible que sepas. También deberías incluir una fotografía de él, completamente vestido, con un periódico. La carta les recordará el precio del rescate. Di que estás ansioso por recibir el dinero. Que los contactarás pronto con el sitio de pago.
Recuerda la suavidad.
Josh. Liso. Dulce. Meloso.
Habrá otro periodo de espera después de la segunda carta. Este será más largo, tiene que durar al menos un par de meses. Será entonces cuando te pondrás a prueba. Aún querrás llamarlos, establecer contacto. Pero confía en tus instintos: el premio vale la pena la espera.
Pasa algo de tiempo con Josh. Cuéntale acerca de tu padre. Tus secretos estarán a salvo con él. Puedes confiar en él.
Una vez que la espera haya terminado, mandarás la última carta. En ella, incluirás una fotografía del niño con ropa diferente y cabello corto, pero sonriendo. Sosteniendo otro periódico. Puede escribirles algo a sus padres, pero en realidad no es importante. Lo que sí importa son tus instrucciones precisas:
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brutal la tercera
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de eso se trataba estimado estimada o estimade, pronto mas que de echo solo falta eliminar enlaces y eso
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Hola mis queridos discípulos, les habla su maestro, el nigromante, bienvenidos a mi casa.
Hoy, en vísperas de navidad, es para mi un honor traerles un trabajo de una excelente persona, gran escritor y sobre todo, un invaluable amigo.
espero que disfruten esto tanto como yo lo hice, y por favor comenten que les pareció.
todos los créditos a yuairet productions.
sin mas drama, traída de la mano de mi amigo lautaro:
¿el nigromante presenta?
La zenda del brujo.
Capítulo 1: La Iniciación de Delmek.
Era una noche oscura y lluviosa cuando Delmek, un hombre perdido en sus vicios, se encontraba en una sombría cantina. Sus ojos inyectados en sangre y su semblante demacrado reflejaban una vida llena de excesos. Delmek buscaba una salida, una forma de escapar de su propio laberinto de autodestrucción.
En medio del humo y el bullicio, una figura enigmática se acercó a su mesa. Era Débroc, un brujo reconocido por su oscuro poder y su conocimiento del inframundo. Su rostro estaba cubierto por una capucha negra, y sus ojos brillaban con una malévola intensidad.
Débroc se sentó frente a Delmek, su mirada penetrante atrapó la atención del hombre vicioso. Sin mediar palabra, el brujo extendió una mano pálida y arrugada, ofreciéndole un pacto que podría cambiar su destino.
Intrigado y desesperado por encontrar una salida, Delmek aceptó la propuesta del brujo. Débroc le habló de una antigua leyenda conocida como "La Zenda del Brujo", un camino oculto que solo los valientes y desesperados se atrevían a recorrer.
La iniciación consistía en entrar a un ataúd en un cementerio abandonado antes de las 4 de la mañana y sacrificar a alguien. Delmek dudó por un momento, pero la promesa de liberarse de sus vicios lo impulsó a aceptar el desafío.
La noche siguiente, Delmek se encontró en el cementerio. La lluvia caía implacablemente sobre las tumbas desgastadas, creando un ambiente lúgubre y opresivo. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba al ataúd abierto, listo para recibirlo.
Con cada paso, los susurros de los espíritus inquietos parecían envolverlo. El viento soplaba gélido, llevando consigo una sensación de muerte y desesperación. Delmek sabía que no había vuelta atrás, había cruzado el umbral hacia lo desconocido.
Al entrar en el ataúd, la oscuridad lo envolvió por completo. El aire se volvió denso y opresivo, como si estuviera sumergido en un mar de sombras. En ese momento, el brujo Débroc apareció ante él, su aura malévola llenando el estrecho espacio.
Débroc le recordó a Delmek que debía cumplir con el sacrificio antes de las 4 de la mañana para completar la iniciación. El corazón de Delmek se aceleró, sintiendo el peso de su elección. Sabía que no podía volver atrás, pero no estaba dispuesto a arrebatar una vida inocente.
El tiempo se agotaba rápidamente, y Delmek se enfrentaba a una encrucijada moral. ¿Qué sería capaz de hacer para liberarse de sus vicios y encontrar redención? Las sombras lo rodeaban, susurros siniestros lo atormentaban, y el destino de su alma pendía de un hilo.
El corazón de Delmek latía desbocado mientras se encontraba dentro del ataúd, inmerso en la oscuridad y rodeado de un aura opresiva. A medida que el tiempo avanzaba, la presión para cumplir con el sacrificio aumentaba implacablemente.
Con cada minuto que pasaba, el peso de su decisión se hacía más agobiante. Finalmente, sintiendo que no tenía otra opción, Delmek tomó una determinación sombría y aceptó el oscuro pacto. Sabía que debía seguir adelante para liberarse de sus vicios y encontrar una nueva vida.
Cuando las manecillas del reloj señalaron las 4 de la mañana, el ataúd se abrió lentamente. Delmek emergió de su claustrofóbica prisión y se encontró cara a cara con Débroc, el brujo negro que lo había iniciado en este camino de pesadilla.
Débroc, satisfecho con la elección de Delmek, lo guió a través del cementerio abandonado hacia una mansión lujosa y decadente. Las puertas se abrieron con un crujido ominoso, revelando un interior oscuro y lleno de misterio.
Al entrar, Delmek fue recibido por una asamblea de brujos y brujas, así como por seres que parecían enviados del mismísimo infierno. La sala estaba empapada en un aire pesado y saturado de energías oscuras, mientras las velas temblaban y las sombras danzaban en las paredes.
Los ojos de Delmek se posaron en cada detalle de aquel lugar macabro. Las paredes estaban cubiertas de tapices antiguos, cuyos diseños parecían retorcerse y cobrar vida. Los muebles eran extravagantes y ornamentados, pero emanaban una sensación de malevolencia.
El sonido de risas siniestras y susurros inquietantes llenaba el aire, mientras los brujos y brujas alzaban sus copas en honor a la llegada de Delmek. Cada uno de ellos lucía ropas oscuras y elaboradas, con amuletos y símbolos ocultos adornando sus atuendos.
Débroc, líder de aquel aquelarre, se adelantó y tomó la palabra. Con una voz profunda y llena de poder, explicó a Delmek que su iniciación era solo el comienzo de un viaje hacia la verdad y el conocimiento oculto. Aquella casa era un refugio para los seguidores del camino oscuro.
La mansión, ahora revelada como un santuario de brujería y culto al diablo, se convertiría en el nuevo hogar de Delmek. Allí, aprendería los secretos más oscuros del arte de la magia negra y se sumergiría en un mundo de poder y seducción.
La historia de Delmek y su transformación en un adepto de la oscuridad apenas comienza. En los próximos capítulos, exploraremos los rituales macabros, las fuerzas sobrenaturales y los horrores que acechan en "La Zenda del Brujo".
Este texto es propiedad de yuairet productions. La historia se continuará, y tendrá más o menos 11 capítulos. Cualquier persona puede utilizarla, pero siempre recordando que el autor intelectual es yuairet productions.
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ohoho, primera vez que comento por aquí, pero que buen relato, estoy a la expectativa de más.
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Soy el único al que le suena a GPT? Lo siento, tenía que preguntar.
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Es escrita totalmente a mano. trabajo en esa historia hace al menos 4 días. Me alegra que la disfrutaran. da pena que gpt se usara tanto para mentirle a la gente, y por eso se pensara este tipo de cosas cuando sale una historia, digamos interesante. Pero no, es todo escrito a mano. gpt es una herramienta que no podría transmitir lo que leerán en el capítulo 2. va a ser muy fuerte y es más, ni se si se podrá poner en sala.
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Ultima edizione da valkorion, 24.12.2023 14:36:05
O escribes realmente parecido a chat GTP o realmente lo es; las descripciones, los adjetivos y los tiempos que usa así como las estructuras recuerdan mucho a eso.
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Escribo así hace años bro. es un formato que siempre me gustó. Si fuera gpt, pondríamos la historia en su hilo, y si así lo fuera no tendría problemas en decirlo. Pero como es mi trabajo, Creo que es bueno aclarar las cosas. Igual piola, ya se para la próxima tratar de estructurar las cosas de forma distinta. Comprendo porqué de las dudas pero al ser una historia que me tomó tiempo hacerla y trabajarla bien, como que pff. pero piola, al cap 2 lo tendrán reestructurado, creo que no podría seguir respondiendo por más tiempo porqué de este formato, asique mejor cambiarlo antes de que esto pase de nuevo 😊
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Ultima edizione da valkorion, 25.12.2023 16:19:00
como soy el autor del hilo, es mi deber aclarar esto.
al principio yo les comenté que las historias que iba a traer no eran mías, que las sacaba de distintas fuentes y que ninguna me pertenecía.
ahora les hago una aclaración más.
yo nunca voy a traerles algo echo con gpt.
no me entiendan mal, creo que las historias que se pueden crear con eso están de la ostia, pero yo voy a traerles trabajo real, de personas reales y que de verdad hicieron un esfuerzo en crearlas.
por la presente, puedo asegurarles bajo mi palabra que la historia de mi amigo, no tiene ni una letra escrita por gpt.
y sin ser mamón ni nada, se me hace una falta de respeto que el ya aclarara que es completa mente escrita por él, y aun así estén preguntando.
espero que esto cirva para que no lo hagan más.
feliz navidad a todos! les desea el nigromante.
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Bueno, yo si creo que la historia es totalmente real, así que mi apoyo por esa parte. Mira, consejito para el autor de la historia: mantén tu estilo. Los que sabemos de literatura y estilos literarios, obviamente vamos a saber diferenciarla de una historia de chat gpt. No leí ninguna de ese bot, y ni quiero leerla, pero apuesto que un bot jamás, jamás escribiría tan bien como el autor de esta historia. así que ajá. ¡abrazos y recuerden que la autenticidad es lo que siempre diferencia a un literato de los demás! y que jamás una inteligencia artificial igualará a un escrito hecho a mano, bien inspirado, plasmado y creado. xd
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casi no leo el hilo pero na, no dejes tu estilo, no importa lo que se piense al respecto.
cyber_wizard: Escribo así hace años bro. es un formato que siempre me gustó. Si fuera gpt, pondríamos la historia en...: 25.12.2023 16:10
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